Rapidamente acudí a varios lugares donde decían que con una o dos sesiones solucionarían el problema, desgraciadamente la desesperación me pudo más que el sentido común y perdí una buena cantidad de dinero y tiempo, que pude haber invertido en una terapia decente.
Mientras tanto me undía cada vez más en la desesperación y el desánimo. Todo se tornava cada vez más oscuro incluidas mis espectativas de futuro. Toda mi vida empezaba a desmoronarse por completo en todos los aspectos.
(Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años.) Abraham Lincoln.
Jaime te he escrito un privado por Twitter, se lo q estas pasando, yo estoy igual, estaría bien que charlásemos. Mi Facebook y Twitter son juandelhoyo
ResponderEliminarUn abraxo